Amistades infalibles: Gatos y escritores

11 de octubre de 2014

Ernest Hemingway
He visto que muchos escritores han sido retratados en compañía de sus amigos felinos...  y yo me pregunto, ¿qué tiene el gato que lo convierte en un gran aliado del escritor? (Y no es que el perro no lo sea pero, desde mi punto de vista, no es lo mismo).
Llegué a la conclusión de que los escritores tenemos algunas cosas en común con los gatos:

1. Somos seres nocturnos: a ambos nos gusta la tranquilidad de la noche. El gato prefiere la madrugada para cazar a sus presas y los escritores acechamos las ideas.

Neil Gaiman 
2. Necesitamos la rutina: a los gatos les gusta dormir siempre en los mismo lugares, la misma comida y los mismo olores. Se sienten seguros con la rutina diaria. Y nosotros, los escritores, necesitamos de la rutina para poder terminar un libro. Sin rutina no hay publicaciones.

María Elena Walsh
3. Somos sociables cuando queremos: Tanto el gato como el escritor no son lo que se dice seres extremadamente sociables. Generalmente tenemos nuestra cuota de simpatía que logramos dosificar en los momentos correctos. Pero dejando de lado eso, ambos adoramos nuestro momentos de soledad (que suelen ser abundantes).

4. El alboroto  nos molesta: El gato dispara nervioso a esconderse cuando unos ruidos fuertes lo sobresaltan, lo mismo le sucede al escritor con la única diferencia que nosotros debemos disimular nuestra molestia. Por eso tanto el gato como el escritor, pueden estar juntos en tranquilidad, cada uno en su propio mundo.

Gabriela Margall
En mi caso particular, desde que llegué a Italia que quería un gato que me hiciera compañía, así que una amiga italiana se propuso buscar a mi futuro amigo felino. Como yo no quería cualquier gato, sino uno atigrado (el más común de Europa pero que nunca había tenido en mi casa en Argentina), mi amiga se embarcó en la búsqueda de dicho animalito. Le tomó un par semana encontrarlo pero no fue precisamente en la misma ciudad donde vivimos, sino en un pueblito cercano a la ciudad de Florencia. Sí, se podría decir que mi gatito es florentino.

Les presento a Shepard (un nombre peculiar para un gato peculiar y créanme que lo es):


Ya desde el primer día que lo traje a casa, Shepard ha demostrado tener toda una personalidad. Estoy segura que él cree que yo soy su mascota y no al revés... :/

Ci vediamo!  

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