Francisco Piñón es un gris contador de una fábrica de preservativos donde ha trabajado durante veinte años, ignorado siempre por la jefa de su departamento, vejado por el jefe de personal y marginado por todos sus compañeros. Al parecer, también su timidez y escasa iniciativa han provocado que su mujer lo abandone, y que su hijo adolescente lo ignore. Un día recibe la desagradable noticia de que será despedido por una reducción de personal, pero un vecino desconocido e inesperado le sugiere un modo de evitar el despido: si se confiesa gay la empresa no lo echará, para evitar ser acusada de discriminación. La estrategia cambiará muchas cosas en la vida de Francisco y de muchos integrantes de su entorno.
Quería ver esta obra de teatro desde que me enteré de su estreno
en la conocidísima sala Lola Membrives. Mi entusiasmo provenía del hecho de
haber visto la película francesa (Le Placard) y me preguntaba cómo podía
llevarse a cabo su versión teatral. Iba con más expectativas de la que suelo
tener en cualquier obra, por lo que había una probabilidad muy alta de que me
defraudara. ¡Qué bueno que no fue así!
Aun conociendo la historia de memoria, me reí en los
momentos justos y me entretuvo en los restantes. Si bien no es exactamente
igual a la película, por obvias razones, me pareció que lograron desarrollar de
una forma fluida y creíble lo fundamental de la trama. Tal vez al principio fue
una ligera cuesta arriba, ya que se debía explicar los pormenores de la
situación del protagonista para que los enredos surgieran pero una vez superado
eso, todo fue mucho más llevadero. De
más está decir que el elenco está compuesto por actores argentinos que llevan
años regalándonos excelentes actuaciones, tanto en cine como en televisión y
teatro. Las actuaciones de Diego
Peretti y Alejandro Awada son como siempre destacables. A Peretti hacía mucho que no lo veía en un personaje
tragicómico como el de Piñon, así que fue una grata sorpresa para mí, y Awada se lució en su rol de homofóbico y racista
con final inesperado (para quién no vio la película). El elenco en general tuvo
sus oportunidades de lucirse gracias al trabajo en el libro realizado por Fernando
Masllorens y Federico González del Pino. Está claro que la obra funciona porque
todos pusieron su granito de arena para enriquecer la interacción entre los
actores y sus personajes.
¿Por qué ver “El Placard”? Considero que es muy difícil
contar bien una historia y al mismo tiempo hacernos reír, y El Placard logra
ambas cosas. Además, el libro nos brinda más de una frase memorable, como por
ejemplo, la que menciona el personaje de Osvaldo Santoro: “La queja es el
placer más inútil”. Todo eso combinado con la belleza de un teatro como el Lola
Membrives. Para sentarse y disfrutar.
¡Mis felicitaciones al elenco, colaboradores y a su directora, Lía Jelín!
Información necesaria:
Funciones: Miércoles a Viernes 21hs – Sábado 20hs - 22.30hs
– Domingo 20hs.
TEATRO LOLA MEMBRIVES - Av. Corrientes 1280, C.A.B.A,
Argentina
Localidades en venta desde $ 100
Venta telefónica por Ticketek 5237 -7200 (www.ticketek.com.ar)
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